La Fiscalía General de la Nación informó esta semana que el presbítero “aprovechó su figura de guía espiritual para persuadir a la menor y accederla carnalmente en varias ocasiones”.
En las audiencias concentradas, Mercado Mercado no aceptó los cargos que le imputó una fiscal especializada en delitos sexuales: acceso carnal violento agravado en concurso heterogéneo con acto sexual violento.
Katia Mercado le confirmó que esa decisión ha sido apelada por la defensa de Christian Mercado porque, según ella, “todo esto ha sido una mentira; él en ningún momento ha sido capturado. Él se presentó a la Fiscalía voluntariamente con su abogado para aclarar la situación y su inocencia, y es en ese momento que lo capturan”.
La hermana del sacerdote explica que al conocer de la denuncia que había en su contra, a principios de junio, él fue a la sede del ente acusador en el barrio Crespo “para dar la cara y para defenderse a las acusaciones mal intencionadas en su contra”.
Al salir de la Fiscalía, en la calle, funcionarios del CTI se le acercaron y lo capturaron. “Eso fue el 3 de junio y después vinieron las cuatro audiencias, que se prolongaron hasta el 17. Ese día lo trasladaron a la Cárcel de Ternera”.
Katia dice que desde entonces ni ella ni otros familiares han podido ver o hablar con Christian. De cómo va el proceso lo saben a través de su abogado.
Mercado Mercado lleva 14 años en el sacerdocio. Su hermana dice que desde niño esa siempre fue su vocación. “Todo esto que han dicho de él es mentira, por eso mi hermano lo ha negado. Mucha gente puede dar testimonio de lo buena persona que es”, señaló Katia.
La Fiscalía asegura que Mercado Mercado, de 34 años, supuestamente aprovechó que la mamá de la víctima lo buscó en el 2019 para que le sirviera de guía espiritual a la menor, de 15 años, quien venía siendo objeto de acoso escolar en el colegio.
“El hombre se ganó la confianza de la señora. Así, en época de pandemia por el COVID-19, le habría pedido la autorización a la mujer para que la niña lo acompañara a entregar mercados y a otras acciones en desarrollo de su misión religiosa. Se presume que, con el fin de crear lazos afectivos, incluso le ayudó a la menor a ingresar a un centro educativo”, resume la Fiscalía.
El ente acusador evidenció que en una de esas ocasiones, cuando se quedaron solos en la casa cural, el sacerdote habría agredido sexualmente a la menor. Esa situación, al parecer, ocurrió de forma recurrente no solo en la iglesia, sino en otros lugares.
Los hechos habrían ocurrido entre junio de 2020 y marzo de 2021, cuando la mamá de la víctima se enteró y denunció el caso.