
“Mi abuelo cuando murió estaba agonizando. No pude verlo, pero me cuentan las enfermeras que se fue con los ojos abiertos, mirando hacia arriba. Yo me imagino que en ese momento pedía auxilio”, contó Leonardo Barcasnegras, nieto Manuel Muñoz, de 84 años, quien falleció con una fractura de cadera, el pasado viernes en la clínica El Bosque, donde llevaba internado 18 días.
Antes de narrar la triste historia le pidió a Dios primeramente que le dé la dirección necesaria para comenzar esta lucha, que no es contra cualquier cosa, sino con un gigante, poder tener un muy buen abogado que le ayude a demostrar la negligencia que hubo en la atención a mi abuelo, “tengo muchas pruebas para que su muerte no quede así”, señaló
El relato que hizo este familiar fue desgarrador, entregó detalles los duros momentos que le tocó vivir a su abuelo, a él y sus demás familiares, solo por la presunta negligencia médica.
Barcasnegras inició la dolorosa historia, en la que por momentos se le entrecortaba la voz, señalando que a su abuelo le hicieron una prueba de coronavirus y hasta el momento todavía no conocen los resultados del examen, “Ya van 13 días desde que le practicaron la prueba y de forma irresponsable en esa clínica tiene trabajando al personal de salud que tuvo contacto con mi abuelo. En caso dado que el resultado que le practicaron a mi abuelo de positivo qué pasa con esas 15 personas, en su mayoría enfermeras, cuántos pacientes no han atendido. Esas enfermeras tienen hijos, tienen familia, y de manera irresponsable la clínica no activó el uso de los protocolos necesarios a tiempo”, cuestiona.
A todo esto, se suma que en el interior de la clínica deshumanizan a la persona que ingresa al “fatídico tercer piso, a quien solo le hacen observación una vez por día. Mi abuelo cuando llegó estaba bien y una enfermera me comentó que dejó de ir a trabajar dos días porque la pusieron a descansar y cuando regresó encontró mal a mi abuelo”.
El nieto del paciente que falleció, el pasado viernes 3 de abril, a las 4:30 de la tarde, dijo que a quienes suben al piso tres solo le hacen observación médica una vez al día, no les dan comida, solo dextrosa.
“Cuántas veces no se quejó mi abuelo de dolor. Se imagina a un anciano pidiendo ayuda, pero no podían entrar por no contar con los famosos kits (equipos para atender a pacientes por posible contagio de coronavirus), es un ser humano que está entre la vida y la muerte”.
Una enfermera, entre las pacientes
Barcasnegras documenta sus denuncias con videos que buscan que la ciudadanía conozca lo que está ocurriendo al interior de la clínica El Bosque.
Señaló que en ese lugar (documentado con video) hay una enfermera que está enferma y pide a gritos que la atiendan.
“En otra habitación del piso tercero hay un paciente y una familiar se me acercó y me dijo que tiene un paciente y que hay un acompañante que no lo dejan salir y está viendo todo lo que ocurre con los pacientes que están en el piso. No los están atendiendo, no les están suministrando comida, medicamentos, llegan una sola vez al día y máximo dos si cuentan con el kit de protección biomédico”, comentó.
Voy para la clínica: Leonardo
Dijo que en las próximas horas se dirigiría a la clínica El Bosque con el fin de solicitar el historial médico para ver todo el procedimiento que le hicieron a su familiar durante el tiempo que estuvo en ese lugar.
Recordó que el ingreso de su abuelo a ese lugar fue por una fractura de cadera y que dos días después un anestesiólogo y un ortopeda, después de hacer la respectiva evaluación del paciente, señalan que el paciente está apto para una operación.
“Cuando dos médicos dan el aval para operar es porque mi abuelo no sufre absolutamente de nada. Le hicieron exámenes del corazón, si era hipertenso y de todo salió bien. Cuando bajo me dice otro médico, que es quien lo va a operar, me dice que le da mucha pena pero que no puede operar a mi abuelo porque tenía la hemoglobina en 9,5 y requería estar en 11. Los médicos del cuarto piso dieron un parte apresurado, se equivocaron”, comentó Leonardo.
En ese momento el galeno le dijo que debían hacer una transfusión, procedimiento que fue autorizado por el familiar del paciente, quien le agradeció la sinceridad que tuvo de contar lo que estaba ocurriendo.
Al regresar a la habitación donde estaba el abuelo se autorizó la transfusión y con el pasar de los días observó que el paciente se estaba empeorando y llamó al médico que estaba de turno, que estaba durmiendo, y le dijo que el señor (su abuelo) estaba mal. Eran las 4 de la mañana cuando solicitó el apoyo del profesional de la salud.
“El médico llegó a la habitación, lo miró y dijo que estaba bien. Que entendiera que a esa edad una fractura de cadera, era difícil. Inconforme con lo expresado, llamé a la doctora que entraba a turno y ella señaló que se le debían hacer unos exámenes profundos para ver qué es lo que tiene porque no es normal que esté así”, comentó.
Pasaron las horas y le practicaron los exámenes al paciente y estos arrojaron una pequeña infección en la orina, pero se podían combatir con antibióticos. “Vamos a tratarlo por varios días y después que se recupere lo operamos”, le dijo la médica.
Los exámenes, según contó Leonardo, salieron bien y después de tres días no logró tener más contacto con la doctora, pero si encontró un letrero en el piso que decía “Sellamiento”.
“No le preste atención a eso, pero si a mi abuelo que se había hecho popó y pedí ayuda a una enfermera para que me ayudara a cambiarlo. Eran las 7 de la mañana cuando la llamé y me dijo que pena pero no se puede, los médicos van a hablar con usted”.
El joven insistió, pero la enfermera le expresó que no podían hablar del tema.
“Desde ese momento comenzó mi batalla, hasta las 4 de la tarde llegó una doctora con un traje especial de covid 19. Mi abuelo pasó todo el día sucio de popó, sin desayunar ni almorzar”, recuerdo.
Coincidencialmente, Leonardo hablaba por teléfono con un funcionario de la Superintendencia de Salud y comenzó a preguntarle a la enferma por el paciente, con el fin que la persona escuchara las respuestas que le daba la médica.
“Le pregunté a la médica por qué llegaba a la habitación con ese traje, por qué no habían activado los protocolos diez días antes a lo que señaló que no podía dar respuesta a dichos interrogantes. También le pregunte que qué pasaría si mi abuelo efectivamente tiene coronavirus, qué sucedería con las enfermeras, conmigo, me dejan ir a mi casa y dijo que debía irme y llamar a mi EPS para que me hicieran la prueba”, esto es insólito, dijo.
Lo más increíble fue que acto seguido señaló que el paciente tenía neumonía y que era candidato para covid 19. “Le dije que para una enfermedad tenia uno que lanzarse a una candidatura. De inmediato bajaron a mi abuelo al tercer piso (donde están los posibles positivos de coronavirus), pero me dijo que yo no podía ingresar. Mi abuelo entró a ese tercer piso y después de varios días me lo entregan en una bolsa”.
«Desde adentro me apoyaron algunas personas«
El joven destacó el apoyo recibido por algunas personas que desde el interior de la clínica le colaboraron durante todo este tiempo.
“Algunas de las personas, en los momentos que no podía estar en la clínica estaban al pendiente de mi abuelo. Así pasaron varios días hasta que una enfermera me dijo saca a tu abuelo de la clínica porque no lo están atendiendo, toca puertas donde sea, pero por favor sácalo. En ese momento hice un video en el que pedí ayuda y para que se supiera lo que estaba ocurriendo en ese lugar”, expresó.
También contó que habló con la trabajadora Social de la clínica, a quien le supliqué “que ayudara a mi abuelo, le pedí un traje especial para entrar y atender a mi abuelo. En ocasiones me decían que él estaba tranquilo, estable, pero por otro lado yo sabía que estaba mal”.
La noticia que no queríamos escuchar
Pasaron los días y llegó el momento que ningún familiar quiere escuchar. “Me llamaron para decirme que mi abuelo se había muerto a las 4:50 de la tarde del viernes”.
Fue a reclamar el cadáver y en el acta dicen que su fallecimiento había sido por “muerte natural”.
De inmediato solicitó que cambiaran esa información y el médico que estaba en turno dijo que no podía cambiar el reporte porque ese caso no lo había atendido.
“No pueden poner muerte natural porque no se sabe el resultado que le hicieron de la prueba de covid 19, necesito una certificación que respalde la causa de la muerte y me dijeron que ese documento se lo entregaban a la funeraria, a la que tampoco se lo entregaron. Le voy a pedir un reporte en el que diga que la clínica El Bosque en ningún momento le ha entregado un certificado”.
Contó que después de la muerte, lo arroparon con una sábana y lo tiraron en el piso en una habitación y solo después de 11 de la noche para llevarlo para un cuarto frío.
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