Alcalde Dau no hará caso al procurador sino a un juez de la república

En las últimas semanas Aquarela se ha vuelto un tema recurrente en los titulares de prensa debido a las discrepancias entre el alcalde de Cartagena, William Dau, y el procurador General de la Nación, Fernando Carrillo, por el derrumbe este edificio que se alza en el barrio Torices, cerca al Castillo San Felipe de Barajas.

Luego de que el pasado 6 de julio Carrillo manifestara que el mandatario de la ciudad está “desconociendo las leyes y debe cumplir con sus deberes como autoridad” para evitar una tragedia, Dau respondió afirmando – en primer lugar- que el procurador no le ha dado la orden de derrumbar Aquarela. 

“No me ha dado una orden, me puso en conocimiento del concepto de la Sociedad de Ingenieros, hasta ahí no más. En ninguna parte del estudio dice que debo tumbar un edificio, esa es la interpretación que le dio la Procuraduría junto con el Ministerio de Cultura”, sostuvo el alcalde en entrevista con W Radio.

Dau añadió que solo procederá a derrumbar Aquarela cuando se lo ordene un juez, pues está convencido que “ese edificio debe caer” pero lo hará cuando tenga la tranquilidad de que no se va a meter en problemas, ni la ciudad tenga que pagar miles de millones en indemnización.

“Necesito que un juez me diga que existen las condiciones, que puedo proceder a tumbar el edificio, entonces con gusto lo hago, pero es que así solo no se puede, no lo puede hacer de manera arbitraria (…) Una carta del procurador no es una decisión judicial”.

De acuerdo a información suministrada por el Distrito, a la fecha cursan seis procesos (entre judiciales y administrativos), en torno a la situación de Aquarela, dentro de los cuales solo está en firme la decisión de la Inspección de Policía que ordena recuperar y restituir el espacio público indebidamente ocupado, “lo que no implica per se la demolición de la estructura”.

Agotar otras posibilidades

Para el mandatario de Cartagena, si bien el concepto de la Sociedad Colombiana de Ingenieros está muy bien sustentado, “es una excusa totalmente diferente a los seis procesos que existen sobre Aquarela”. Además, señaló que se deben repensar las otras opciones e inclusive en otro concepto.

“Tenemos que mirar si se puede o no perfilar el edificio para descartar esa posibilidad antes de tumbarlo; es que es una situación sumamente delicada ir a tumbar un edificio simplemente porque sí, yo estoy dispuesto a hacerlo, pero tengo que cumplir todos los pasos, los requisitos legales, una vez se descarte la posibilidad de perfilar entonces sí, se puede proceder a solicitar al juez que ordene que se tumbe el edificio”.

Dau también sostuvo que el concepto de la SIC necesita ser controvertido ya que los dueños de Aquarela tienen que tener la oportunidad de refutarlo.

“No estoy cuestionando el concepto emitido por la Sociedad Colombiana de Ingenieros, en ningún momento, es un estudio bastante serio, pero el hecho de que sea un concepto bastante serio no es suficiente para proceder a tumbar un edificio, eso requiere más, se supone que vivimos en un estado de derecho”.

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