Un vigilante encargado de la seguridad de un terreno conocido como Bajo Miranda, que era propiedad de la fallecidad Manuela Miranda, iba a ser la víctima del hecho sicarial que pretendían cometer dos sujetos en una moto.
Por fortuna, el vigilante no resultó herido en el atentado, pero si logró disparar contra los sujetos hiriendo a uno de ellos, quien fue rescatado por su compinche en la moto que se movilizaban.
Los sicarios lograron huir de la zona antes de que la comunidad los linchara, siendo grabados en varios vídeos aficionados.