El hecho ocurrió el 19 de septiembre en Chiquinquira y la Policía lo identificó como Javier Álvarez’. Su padre dice que no tiene antecedentes y cree que el procedimiento policial no fue el correcto.
El pasado domingo 20 de septiembre, la Policía Metropolitana de Cartagena entregó un informe en donde reportaba que en una persecución había baleado a Javier Enrique Álvarez Ramos. Ese hecho habría ocurrido cerca del mediodía del sábado 19.
Según esa institución, Alvarez Ramos, apodado ‘Toreto’, fue perseguido luego de presuntamente cometer un robo a un particular en el sector de la Villa Olímpica. Tras conocer el caso, policías del cuadrante lo ubicaron y lo persiguieron y presuntamente, como este iba armado, se enfrentó a los uniformados. En ese cruce de disparos resultó herido, fue llevado al CAP de Olaya y luego a la Clínica San Juan de Dios.
Según la Policía esta persona sería el presunto responsable de otros robos.
Muere en la clínica
El padre de Javier Enrique confirmó esta mañana que su hijo falleció como consecuencia del balazo que recibió en el brazo derecho y que afectó una arteria.
Describió que lo que hicieron con su hijo fue, al parecer, un mal procedimiento policial, pues al detenerlo “él levantó lo brazos, les dijo que no tenía nada, que lo requisaran, pero el policía le disparó enseguida. Lo que pido es que se investigue, pues él no tenía ningún antecedente como ellos dicen”.
Indicó que “el estaba trabajando como mototaxista, pero en estos momentos no estaba laborando, se dedicaba a oficios varios”, relató Javier Álvarez Miranda, padre del difunto.
Precisó que en esta semana solo pudo verlo una vez y los médicos no le daban esperanzas. “Me dejaron verlo y lo vi despierto y se movía, yo sentía que él me escuchaba. Ayer (el domingo) me volvieron a llamar para que lo fuera a ver, pero era para informarme del fallecimiento de mi hijo. Eran como las 10 de la noche”, precisó.
Javier Enrique vivía en unión libre en el barrio Olaya Herrera, sector Central, y deja un hijo de 3 años.