Todo era felicidad. Robinson De la Valle Narváez, de 67 años, tenía más de siete de años de no ver a cuatro de sus nueve hijas que viven en Cartagena, en el barrio El Pozón.
Eran las 9:30 de la noche de ayer sábado y allí estaban, además de sus hijas, varios de sus nietos y una bisnieta que querían compartir un rato agradable con el abuelo, quien había llegado el pasado 22 de agosto a visitar a la familia.
Pero la tragedia se cruzó de un momento a otro; y de la alegría pasaron a la tristeza. Una bala acabó con la vida de Robinson De la Valle cuando este estaba sentado en la terraza de la casa de su hija, en el sector Minuto de Dios. Había una riña muy cerca de allí, y cuando escucharon los disparos, todos intentaron ingresar, pero Robinson no alcanzó entrar a la sala.
“Mi papá tenía a una de las nietas cargadas. Luego la bajó y justo en ese instante fue que ocurrió todo. Se oyeron los disparos, todos corrimos para dentro de la casa, pero vemos cuando él cae de rodillas y dice: ‘me dieron, me dieron’”, contó una de las hijas. Recibió el impacto de bala entre el pecho y el hombro izquierdo, con orificio de salida.
Sobre lo que ocurrió, la familia De la Valle dice desconocer las circunstancias y a los agresores. De lo que se comenta es que era una pelea entre varias personas y se venían correteando desde varias cuadras y disparando por todos lados.
“Vimos a mi papá lleno de sangre y de una no los llevamos para el CAP, pero ya el iba prácticamente muerto. Él era un gran hombre, no tenía por qué pasarla algo así. Él estaba muy contento por vernos a todos reunidos”, indicó.
Sobre este hecho se informó de parte de la Policía Metropolitana de Cartagena que el presunto responsable de este homicidio fue capturado cuando intentaba huir y fue identificado como Hermes Martínez.
Cuentan sus hijas que Robinson De la Valle había llegado procedente de Fundación (Magdalena), de donde es oriundo. Estaba en la ciudad por la conmemoración de un año del fallecimiento de una nieta, de 8 años.