Por varios días, desde que inició el toque de queda, los cartageneros esperan las 8 de la noche para aplaudir desde sus balcones, ventanas y terrazas. Allí se rompe el silencio de un toque de queda de 24 horas. Es ese ese el momento en el que los vecinos se encuentran, y a la distancia, pero sincronizados se desbordan en minutos de apoyo.
Si bien, la pandemia del Coronavirus ha sido cruel muchos aspectos, también ha servido para unir a los ciudadanos, motivandolos a ser nacionalistas, generosos, y bondadosos con los médicos y policías del país, quienes se han convertido en una importante línea de defensa frente al Covid-19.
«Los aplausos nos parecen una excelente iniciativa, eso motiva mucho a los médicos y nos da fortaleza», dijo Adriana Fortich, médico internista. Y esa es la idea, que se sientan reconocidos por una titánica labor que no habrá forma de pagar, pero si de agradecer.
Nos escuchamos mañana a las 8 de la noche.