Los sicarios no tuvieron compasión y lo que menos les importó fue balear a Luis Eduardo Ronco Villadiego cuando iba en una moto junto con su hijo.
La misión era clara: acabar como diera lugar con la vida del comerciante, de 37 años, quien era hijo de un destacado jugador de béisbol de la época dorada en Cartagena: Luis Ronco.
Testigos que transitaban por la carrera 16 con calle 52 del barrio Torices aseguran que todo estaba completamente tranquilo y que, incluso, lo que se sentía era una brisa fría que anunciaba la llegada de un aguacero.
De un momento a otro se sintieron los disparos y muchos corrieron a esconderse. Solo alcanzaron a ver a dos sujetos que iban en una moto negra, cuyo parrillero llevaba una pistola en la mano. De inmediato todo fue confusión. Ronco Villadiego cayó al piso y el menor de edad que lo acompañaba lloraba a su lado.
Se había señalado que el herido habría recibido siete disparos, pero se informó que al parecer fueron solo dos impactos los que le dieron; por fortuna el menor resultó ileso. De inmediato ambos fueron llevado a la clínica San José de Torices, pero Luis Eduardo ingresó sin signos vitales.
Hasta ahora su familia desconoce lo sucedido y su esposa, en Medicina Legal, no quiso referirse a lo ocurrido.