
Luego de que un juez ordenara 10 días de arresto al periodista Lucio Torres y el pago nueve millones de pesos, de este, a los Pastores Miguel y María Paula Arrázola, por no borrar, cuando se le ordenó, las publicaciones hechas en su página web sobre los religiosos; la Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP, se pronunció sobre el caso y aseguró que la decisión del togado, significaba una violación para la libertad de prensa.
Ante esta afirmación el Pastor Arrázola respondió vía Twitter a la FLIP: “La libertad de prensa no se puede convertir en libertad de difamación. No se puede pretender proteger a alguien que usa la pluma para avasallar la honra y el buen nombre de ciudadanos e iglesias de bien, que no tenemos ningún tipo de deudas pendientes con la justicia”.
El periodista Lucio Torres y Arrázola se han visto envueltos en una batalla legal desde que el pastor se refirió a Torres en una de sus predicas, lo que a juicio del comunicador fue una amenaza de muerte. Este hecho fue denunciado ante la Fiscalía, pero se le dio la razón al Líder de la iglesia Ríos de Vida.
El caso más reciente tiene que ver con una tutela que también falló a favor de Arrázola y la que Lucio solicitó su nulidad, pero se la negaron por no estar en el plazo correspondiente, motivandolo a publicr un nuevo articulo en el que se va lanza en ristre contra el juez y cuestiona: “¿Qué dulcecito recibiría el juez de los Arrázola?”.
En este mismo artículo, el periodista enumera lo que considera son razones legales para deslegitimar el proceso en su contra. En el punto seis, afirma: “se violó el principio de inmediatez. Las primeras informaciones sobre los Arrázola las publiqué en noviembre de 2016. La última fue el 3 de septiembre de 2018. La titulé El lado oscuro de la suntuosa boda del pastor Arrázola Jr.: ¡Todo es vanidad! En este escrito no hay una sola palabra injuriosa o calumniosa”, es decir, que en la mencionada publicación no hay falsas acusaciones, pero no hace la misma precisión sobre sus otras notas.
En entrevista para La W Radio en el año 2017, ante la pregunta de las pruebas con las que cuenta para escribir sus artículos, aseguró que tenía unos testigos de personas que asistían a Ríos de Vida. Sin embargo, en sus escritos no adjunta evidencia.
A Torres se le ordenó borrar todos sus trabajos sobre los Arrázola, hasta la fecha ha borrado algunos pero aún permanecen publicados otros en una de sus páginas web.
Entretanto, la policía confirmó que cumplió la orden del juez y estuvo detenido 10 días en la estación del barrio Los Caracoles.