Ya varios años lleva la disputa entre los constructores del edificio Aquearela, el Ministerio de Cultura y los compradores de los apartamentos del proyecto habitacional de interés social.
El debate se centró en la cercanía que tenía el edificio al Castillo de San Felipe, lo que según la Unesco pone en riesgo la declaratoria de Patrimonio Material de la Humanidad que ostenta Cartagena.
Ante este panorama y tras varias conciliaciones, se recomendaron unas modificaciones a la estructura, pero según el procurador general de la nación, Fernando Carrillo: «La Sociedad Colombiana de Ingenieros concluyó que la torre no resistiría los cambios de diseño requeridos, lo que hace inexorable la demolición del edificio», afirmó en su cuenta de twitter el jefe del ministerio público.
Por su parte el alcalde de Cartagena, William Dau, manifestó que en las próximas horas recibirá un estudio sobre Aquarela lo que ayudará a decidir si se demuele o no.
Aún falta por definir qué ocurrirá con el dinero de quienes alcanzaron a invertir en el conjunto residencial.