Un revuelo político causó la resolución de la Contraloría Distrital en la que se le solicita al presidente Iván Duque que suspenda al alcalde de Cartagena, William Dau, mientras se le investiga por presuntas irregularidades en un contrato para compra de pruebas covid-19 hecho por el Dadis, que ya dejó suspendida a Johana Bueno.
Desde que se conoció la posibilidad de salir del Palacio de la Aduana, el alcalde suspendió todo tipo de publicación que no esté relacionada con su suplica al presidente Duque para que niegue la pretensión de la Contraloría. Asimismo, pidió a sus funcionarios a que en el marco de la primera vuelta presidencial hicieran publicaciones en las que dijeran que la democracia se respeta y dio entrevistas en las que quiere mostrar que es lo que hay, supuestamente, detrás de su suspensión. Sin embargo, es curioso cómo ha reaccionado la ciudadanía.
Si a inicios de 2020, cuando comenzaba la administración Dau, se hubiera hablado de la posibilidad de una suspensión, seguramente la Plaza de la Aduana se hubiera agolpado de seguidores del mandatario que exigirían que no fuera retirado del cargo. No obstante, dos años y medio después, es otro el panorama. Para hoy el mandatario convocó en sus redes sociales una protesta y quienes fueron, son los que precisamente han obtenido un beneficio. Funcionarios de Corvivienda, salvavidas, estudiantes de la Escuela Taller y una que otra OPS que decidió asistir.
Lo que se pretendía con la protesta era igualar a lo ocurrido con la suspensión de Petro en Bogotá en el 2012 que llenó la plaza de Bolívar o la más reciente suspensión de Daniel Quintero en Medellín, pero en realidad faltó mucho. Se perdió en gran medida el fervor popular, el cariño y aprecio que los cartageneros tenían alcalde Dau, quien en este momento parece ver con temor quedarse sin el poder a año y medio de terminar su mandato.
En redes sociales se leen mensajes de apoyo alcalde e incluso hay quienes respaldan su discurso anticorrupción, pero en total desacuerdo con su gestión hasta el momento, sobre todo por la inseguridad, problemas de la malla vial, movilidad y otras problemáticas que se han acrecentado durante su mandato.
Finalmente, se puede concluir que los cartageneros siguen respaldando el discurso anticorrupción de Dau, pero no su gestión y mientras él busca apoyo de la ciudadanía en la ciudad ya se habla de candidatos para reemplazarlo.